La ermita y la población de Cabañas.

Ábside de la Ermita de La Virgen de Cabañas.
Fuente: Flikr.
Como ya adelanté en el post anterior, las próximas publicaciones iban a estar dedicadas a hablar sobre monumentos relacionados con el desarrollo de La Almunia medieval, y sin duda uno de los más significativos es el que hoy veremos, la ermita de la Virgen de Cabañas.

Era la antigua iglesia parroquial de Cabañas, población desaparecida en el siglo XV, muy próxima a La Almunia. Es uno de los bienes patrimoniales más valiosos que poseemos, no tanto por su fábrica románica, que nos ha llegado muy alterada, sino por lo que alberga en su interior, un impresionante conjunto de pinturas murales de los siglos XIII y XIV, entre otros tesoros.

Para comprender mejor el contexto en el que nos movemos, en este post hablaré sobre dos cuestiones, por un lado de la población y por otro de su iglesia. Al ser una historia algo larga para hablar de todo el edificio en un solo post, a sus pinturas les dedicaré una segunda entrada para  poder tratarlas en profundidad. Así que, si te ha picado el gusanillo y quieres conocer esta pequeña joya te invito a que te quedes y descubras conmigo este lugar.

Sobre Cabañas:

Moneda de Nertobis/Nertóbriga.
Fuente: Museo de Zaragoza. 
Para conocer los orígenes del poblamiento de Cabañas debemos retrotraernos más allá de la época medieval. Siempre se había sospechado que este territorio ya había estado poblado desde época romana y una excavación en el Cabezo Chinchón durante los años sesenta ayudó a arrojar un poco de luz sobre este asunto. Se encontraron grandes sillares, suelos de conglomerado y cimientos de casas así como gruesas capas de cenizas. El arqueólogo Antonio Beltrán Martínez finalmente identificó estos restos como la Nertóbriga celtíbera, que se creía que debía ubicarse entre Ricla, Calatorao y La Almunia. A finales del S. XX nuevas excavaciones corroboraron esta teoría.

Pese a su proximidad con la ciudad de origen celta diferentes fuentes han revelado que la fundación de Cabañas (Qabanas) es posterior, de época árabe. Por ellas sabemos que debía estar fortificada, que contaría con una mezquita y un cementerio de los que no queda nada, lo que si se conserva son los restos de una nevera y un aljibe que podrían datar de este momento.

Tras la Reconquista Cabañas paso a formar parte de la Tenencia Militar del Jalón junto con Ricla y Alpartir. La elección de Cabañas como parte de la misma posiblemente se debió, además de por su ubicación, a que ya contaba con una primitiva fortaleza que permitiera asegurar el territorio. Poco a poco los cristianos la fueron trasformando.

La fortaleza o castillo, del que no conservamos nada, pero que conocemos gracias a las fuentes, debió ubicarse en el punto más alto de la poblacion, ofreciendo una visión privilegiada del territorio, tan esencial para garantizar una buena defensa. 


Izquierda: detalle de las pinturas del ábside, orbe bajo los pies de Cristo. Fuente: Paula García Marín.
Centro: dibujo del sello del castellán de Amposta, Raimond de Ripell, 1276. Fuente: Archivo Histórico Nacional.
Derecha: Sello de cera del concejo de La Almunia.
Fuente: Archivo de protocolos notariales de La Almunia.

Durante mucho tiempo se pensó conocer su aspecto al creer que debía ser similar al de una de las pinturas del interior del templo en la que aparece representada una fortaleza de forma muy esquemática, un castillo blanco con tres torres inscrito en el orbe bajo los pies de Cristo. Esta teoría se abandonó al descubrir que esta imagen en realidad correspondía al escudo de armas del Castellán de Amposta, Raimond de Ripell. No obstante, el símbolo del castillo vuelve a repetirse con frecuencia en otros bienes de La Almunia y Cabañas como el sello del concejo, el órgano o el altar mayor de la iglesia de La Asunción. En la actualidad el castillo es el símbolo del escudo de La Almunia y varias hipótesis apuntan a que lo más probable es que también pudiese ser el de Cabañas. Con estos datos cabe hacer una reflexión, ¿La idea del castillo es una huella más de la herencia Sanjuanista o más bien el recuerdo mítico de la existencia de una legendaria fortaleza?

De época medieval es también parte del foso excavado en la roca, que circunvalaba la población. Este ha suscitado muchas teorías, una de ellas sostiene que parte del mismo podría datar de época celtíbera, y que protegería la ciudad de Nertóbriga, aprovechándose en época árabe para la defensa de la nueva ciudad.

Pese a que durante varios siglos la ciudad tuvo bastante importancia (S. XII-XIV) poco a poco fue perdiendo entidad y terminó despoblándose (S. XV) a consecuencia del crecimiento de La Almunia, que ofrecía a sus vecinos unas condiciones más ventajosas para la vida. Pese a todo, este lugar nunca se abandonó, en su iglesia se siguió conservando el culto y celebrando romerías que perduran hasta el día de hoy.

Sobre la ermita:

A escasos dos kilómetros de La Almunia, dirección Calatorao, sobre una suave hondonada, protegida de los vientos del norte, se ubica la ermita de Cabañas. La fábrica está construida con materiales pobres, mampostería para los muros y piedra sillar para los contrafuertes, arcos y esquinazos. El templo tiene dos naves, una central y otra al sur, ambas cubiertas con bóveda de cañón. La cabecera, semicircular, se cierra con bóveda de horno. Pese a que en la actualidad el acceso al templo está a los pies, originalmente el pórtico se situaba entre los contrafuertes de la nave sur. Esta alteración junto a otras fueron consecuencia de una desafortunada restauración llevada a cabo durante los años 60 de la que hablaré más adelante.

Foto de la fachada a principios del S. XX.
Fuente: Diputación de Zaragoza.
La configuración del edificio es el resultado de varias fases constructivas que se han ido superponiendo hasta generar lo que hoy conocemos.

Primera etapa:

Planta de la Ermita en el S. XII.
Fuente: Fabián Mañas.
La primitiva iglesia puede datarse a mediados del S. XII, una vez conquistado el territorio por Alfonso I. Realizada con material pobre, mampostería para los muros y piedra sillar para los contrafuertes, arcos y esquinazos. La construcción era de una sola nave, 10x5m, (la central en la actualidad) dividida en tres tramos. El presbiterio se cubrió con bóveda de cañón apuntado, mientas que para el resto se debió utilizar una techumbre de madera a dos aguas (hoy de bóveda de cañón) como solía ser lo habitual. La separación de ambos tramos la marca un arco doblado, ligeramente apuntado realizado en piedra sillar. La cabecera, semicircular, está cubierta con bóveda de horno.

Modillón de rosetas.
Fotografía de Santiago Cabello.
A esta primigenia obra debían pertenecer las ménsulas de piedra, adornadas con distintos motivos y tipologías (como rollos y tacos) que todavía se conservan al exterior. El centro del lado sur tuvo una puerta con un pórtico abierto y cubierto con madera, cerrado con muros de piedra en los extremos. En el del lado este debía abrirse una puerta que comunicaría con el cementerio situado en la cabecera. La primera decoración interior del ábside también pertenece a esta fase constructiva. Pese a que tiempo después se volvió a pintar aún podemos apreciar parte la huella pictórica de un gran Salvador, de pie y en actitud de bendecir.




-  Segunda etapa:

En los últimos años del siglo XII y comienzos del XIII se tuvo que mejorar el pórtico por medio de una construcción de arquillos. Se utilizó un material usual en iglesias de tradición románica de la zona, el ladrillo, como en Zuera o la antigua iglesia de Alcañicejo, próxima a Tosos. Al poco tiempo de acometer esta obra se decidió cerrar el pórtico y convertirlo en una nueva nave ya que había necesidad de ampliar el culto. Se utilizó bóveda de cañón apuntado y se aprovechó para cubrir la nave central del mismo modo, antes cerrada con madera, empleando ahora el ladrillo esmaltado, argamasa y mampostería. Esta obra abrió tres arcos apuntados para comunicar la nave central con la lateral y trasladó la primitiva puerta (de medio punto) al centro del lado sur. De este momento es también el tejado y parte de la cornisa así como algunas de las pinturas de la nave lateral, mientras que el resto se completarían en el segundo tercio del siglo XIV, junto con el coro mudéjar y la nueva decoración del ábside.

Izquierda: interior de la iglesia. Fuente: www.verpueblos.com
Derecha: Planta de la ermita en el siglo XIII. Fuente: Fabián Mañas.

Tercera etapa:

En el siglo XVII se acometieron varias obras que dan al templo el aspecto previo a la restauración. Se le dio un lavado de cal a los muros, ocultando las pinturas que se destaparon años más tarde. Se realizaron reparaciones en el tejado y se arregló una bóveda que se había hundido.


Intervención del S. XX:

El aspecto actual de templo se vio muy alterado a consecuencia de una desafortunada restauración llevada a cabo durante los años 60 que transformó radicalmente su exterior. Se eliminó la portada original situada en el muro sur, trasladando el acceso a los pies. Se sustituyeron los muros de mampostería por piedra sillar en algunas zonas como en la fachada, o se abrieron vanos de dimensiones y ubicación arbitraria. Además, se eliminaron elementos de etapas constructivas posteriores, como su espadaña o la casa del ermitaño que se ubicaba a los pies del templo. En el lado norte se añadió una tercera nave (sacristía) buscando dar una mayor simetría al exterior.

Imagen de la portada de los pies tras la restauración.
Fuente: www.paseosfotograficosaragón.com

Posiblemente con esta intervención se pretendía evocar el aspecto ideal del templo, siguiendo los criterios de la restauración en estilo, procedimiento totalmente denostado a día de hoy pero que en estos momentos todavía no era extraño seguir viendo. Es precisamente por estas fechas, en 1964, cuando con motivo del II Congreso internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos se firmó un documento que buscaba sistematizar y recoger los principios comunes que deben presidir en la conservación y la restauración moderna, la Carta de Venecia. La restauración de la ermita contradice algunos de los principios de esta carta, que tiene como objetivo principal la salvaguarda del bien y de su testimonio histórico. Como última reflexión me gustaría resaltar un fragmento del artículo 11, que dice lo siguiente "Las valiosas aportaciones de todas las épocas en la edificación de un monumento deben ser respetadas, puesto que la unidad de estilo no es un fin a conseguir en una obra de restauración".

Foto de la portada original.
Fuente: La guía del arte románico. 
Bibliografía:

ALLO MANERO, M.A. y MATEOS GIL, A.J. La Almunia de Doña Godina. Guía histórico-artística, Zaragoza, Diputación General de Aragón, 1987.

BALLARÍN AURED, M. (coor.), «La Almunia de Doña Godina», Colección Territorio, Comarca de Valdejalón, n˚ 4, Diputación General de Aragón, 2003, p.251.

CABELLO SOLANAS, S., Retratos de la Memoria, fotografías de La Almunia de Doña Godina 1850-1997, Asociación cultural L´Albada, 1997.

MAÑAS BALLESTÍN. F., Las pinturas de la ermita de Cabañas, La Almunia de Doña Godina, Carra l'Aspro Edizions, Asociación Cultural l'Albada, 1997.

MAÑAS BALLESTÍN. F., La ermita de la Virgen de CabañasLa Almunia de Doña Godina, Asociación Cultural l'Albada, 2007.

MAÑAS BALLESTÍN. F., «La ermita de la Virgen de Cabañas», ADOR, n˚ 14, La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), Centro de Estudios Almunienses, 2009, pp. 13-30.

MOYA CERDÁN, F., «Cabañas y La Almunia en sus inicios», ADOR, n˚ 3, La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), Centro de Estudios Almunienses, 1996, pp. 29-54.

MOYA CERDÁN, F., «El castillo de Cabañas», ADOR, n˚ 7, La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), Centro de Estudios Almunienses, 2002, pp. 27-38.

(Fecha de consulta: 4/I/2018)

(Fecha de consulta: 4/I/2018)

http://ceres.mcu.es/pages/Main
(Fecha de consulta: 9/I/2018)

https://www.icomos.org/charters/venice_sp.pdf
(Fecha de consulta: 16/I/2018)

Comentarios

  1. Una entrada increíblemente trabajada Paula, has tratado con todo detalle el origen de Camuñas y su evolución y es una lástima que en el siglo XX se cometiera tal intervención en la ermita porque la portada anterior era muchísimo más impresionante estéticamente, pero bueno, es como estaban las intervenciones culturales en esa época. ¡Con ganas de leer más! ¡Un abrazo!

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    1. Gracias Asier! Sí la verdad que una intervención así hoy en día sería inconcebible, desvirtúa el edificio y falsea su aspecto original.

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  2. cuánto lo has trabajado el artículo. gracias por la información tan documentada.¡Enhorabuena!

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  3. Trabajo meritorio, muy bien documentado y de alto contenido histórico artístico
    Te felicito, Paula

    Muy bueno, este tu blogspot
    Besos

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